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Diseñar carteles para influir en la toma de decisiones
Escrito por
Núria López
Tiempo estimado: 4 min.
Diseñar carteles para influir en la toma de decisiones
Escrito por
Núria López
Diseño
A veces al diseñar carteles no somos conscientes de la importancia que estos tienen en la sociedad y cómo pueden verdaderamente influir en la toma de decisiones. Como seres humanos, está en nuestro ADN interesarnos por algo que todavía no ha sucedido, eso nos motiva y nos preocupe a la vez ya que solemos descartar todo aquello fuera de la norma, pero… ¿y si fueran las consecuencias más imprevistas -esas que directamente descartamos- las que nos dan los mejores resultados? Pues eso mismo pasó en el diseño gráfico de los primeros mapas de carretera.
¿Cómo afectó diseñar carteles en los mapas de carretera?
Nos situamos en la época de los años 30, concretamente en E.E.U.U, y una década marcada por la hambruna, la crisis social-económica y el auge de los extremismos desembocados en la Segunda Guerra Mundial. El fundador Otto G. Lindberg, de la empresa General Drafting Company (y uno de los pioneros del diseño gráfico de mapas de carreteras de Estados Unidos) tenía en exclusiva la potestad de diseñar carteles de mapas para empresas petrolíferas como Standard Oil, Esso o Exxon. Otto fue un joven Inmigrante finlandés cuyo talento comenzó convenciendo a su padre para que le prestara 500 dólares para comprar su primera libreta e iniciar su negocio de diseñar carteles en el 170 de Broadway en Nueva York, cuya iniciativa le sirvió para conseguir más adelante su primer contrato en 1911 con American Automobile Associaton para diseñar los famosos mapas de carreteras o como en España lo conoceríamos décadas después como «La Guía Michelin».
Lo que ocurrió curiosamente con estos inicios fue asombroso, algo que quizás no todo el mundo conoce y que destapaba cualquier atisbo de plagio o copia, muy común por entonces y que proporcionaba multitud de beneficios en la época. Para ello Otto Lindberg y su ayudante Ernest Alpers, decidieron diseñar carteles falsos en los mapas, haciéndose pasar por ciudades existentes.
Ese fue el caso de Agloe (término que nace de la unión de la siglas de estos dos autores) y lo asignaron concretamente a una intersección de carreteras sin asfaltar por las montañas de Catskill, en la parte norte de Nueva York. Así era mucho más sencillo pillar a sus competidores, señalando esos lugares falsos que se habían inventado. Lo curioso de todo esto fue que gracias a este diseño colocado en el mapa en aquella intersección, en la década de los 50 se construyó un almacén de ventas de productos, llamándose Agloe General Store. Con posterioridad Agloe apareció en un mapa diseñado por Rand McNally después de que el cartógrafo verificase la existencia de la tienda, aunque con posteridad el almacén cerraría, su diseño gráfico y Agloe seguiría apareciendo en los mapas hasta la década de los 90 y donde actualmente conmemora la existencia del lugar.
¿A qué llevó esta forma de diseñar carteles?
Nos da para analizar cómo el diseño gráfico en un mapa, puede atribuir un significado y un lugar para las personas. Hoy día tenemos algoritmos para predecir el tiempo, el tráfico, el amor, la comida… Inteligencias artificiales que redactan fake news y arrasan por las redes y otras cosas que no son tan malas y nos facilitan la vida. La pregunta es, si con un sencillo diseño podemos modificar conductas, ¿Qué es lo que controlamos realmente como usuarios? Ahí se destaca la veracidad y la honestidad de las personas y la importancia de la ética en estos tiempos revueltos. Como los adivinos, la información no será siempre veraz, y siempre le atribuiremos más poder de lo que verdaderamente tienen, no obstante sus erratas y aciertos al diseñar los carteles siempre orientarán nuestro futuro.
A veces al diseñar carteles no somos conscientes de la importancia que estos tienen en la sociedad y cómo pueden verdaderamente influir en la toma de decisiones. Como seres humanos, está en nuestro ADN interesarnos por algo que todavía no ha sucedido, eso nos motiva y nos preocupe a la vez ya que solemos descartar todo aquello fuera de la norma, pero… ¿y si fueran las consecuencias más imprevistas -esas que directamente descartamos- las que nos dan los mejores resultados? Pues eso mismo pasó en el diseño gráfico de los primeros mapas de carretera.
¿Cómo afectó diseñar carteles en los mapas de carretera?
Nos situamos en la época de los años 30, concretamente en E.E.U.U, y una década marcada por la hambruna, la crisis social-económica y el auge de los extremismos desembocados en la Segunda Guerra Mundial. El fundador Otto G. Lindberg, de la empresa General Drafting Company (y uno de los pioneros del diseño gráfico de mapas de carreteras de Estados Unidos) tenía en exclusiva la potestad de diseñar carteles de mapas para empresas petrolíferas como Standard Oil, Esso o Exxon. Otto fue un joven Inmigrante finlandés cuyo talento comenzó convenciendo a su padre para que le prestara 500 dólares para comprar su primera libreta e iniciar su negocio de diseñar carteles en el 170 de Broadway en Nueva York, cuya iniciativa le sirvió para conseguir más adelante su primer contrato en 1911 con American Automobile Associaton para diseñar los famosos mapas de carreteras o como en España lo conoceríamos décadas después como «La Guía Michelin».
Lo que ocurrió curiosamente con estos inicios fue asombroso, algo que quizás no todo el mundo conoce y que destapaba cualquier atisbo de plagio o copia, muy común por entonces y que proporcionaba multitud de beneficios en la época. Para ello Otto Lindberg y su ayudante Ernest Alpers, decidieron diseñar carteles falsos en los mapas, haciéndose pasar por ciudades existentes.
Ese fue el caso de Agloe (término que nace de la unión de la siglas de estos dos autores) y lo asignaron concretamente a una intersección de carreteras sin asfaltar por las montañas de Catskill, en la parte norte de Nueva York. Así era mucho más sencillo pillar a sus competidores, señalando esos lugares falsos que se habían inventado. Lo curioso de todo esto fue que gracias a este diseño colocado en el mapa en aquella intersección, en la década de los 50 se construyó un almacén de ventas de productos, llamándose Agloe General Store. Con posterioridad Agloe apareció en un mapa diseñado por Rand McNally después de que el cartógrafo verificase la existencia de la tienda, aunque con posteridad el almacén cerraría, su diseño gráfico y Agloe seguiría apareciendo en los mapas hasta la década de los 90 y donde actualmente conmemora la existencia del lugar.
¿A qué llevó esta forma de diseñar carteles?
Nos da para analizar cómo el diseño gráfico en un mapa, puede atribuir un significado y un lugar para las personas. Hoy día tenemos algoritmos para predecir el tiempo, el tráfico, el amor, la comida… Inteligencias artificiales que redactan fake news y arrasan por las redes y otras cosas que no son tan malas y nos facilitan la vida. La pregunta es, si con un sencillo diseño podemos modificar conductas, ¿Qué es lo que controlamos realmente como usuarios? Ahí se destaca la veracidad y la honestidad de las personas y la importancia de la ética en estos tiempos revueltos. Como los adivinos, la información no será siempre veraz, y siempre le atribuiremos más poder de lo que verdaderamente tienen, no obstante sus erratas y aciertos al diseñar los carteles siempre orientarán nuestro futuro.
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¿Cómo afectó diseñar carteles en los mapas de carretera?
Nos situamos en la época de los años 30, concretamente en E.E.U.U, y una década marcada por la hambruna, la crisis social-económica y el auge de los extremismos desembocados en la Segunda Guerra Mundial. El fundador Otto G. Lindberg, de la empresa General Drafting Company (y uno de los pioneros del diseño gráfico de mapas de carreteras de Estados Unidos) tenía en exclusiva la potestad de diseñar carteles de mapas para empresas petrolíferas como Standard Oil, Esso o Exxon. Otto fue un joven Inmigrante finlandés cuyo talento comenzó convenciendo a su padre para que le prestara 500 dólares para comprar su primera libreta e iniciar su negocio de diseñar carteles en el 170 de Broadway en Nueva York, cuya iniciativa le sirvió para conseguir más adelante su primer contrato en 1911 con American Automobile Associaton para diseñar los famosos mapas de carreteras o como en España lo conoceríamos décadas después como «La Guía Michelin».
Lo que ocurrió curiosamente con estos inicios fue asombroso, algo que quizás no todo el mundo conoce y que destapaba cualquier atisbo de plagio o copia, muy común por entonces y que proporcionaba multitud de beneficios en la época. Para ello Otto Lindberg y su ayudante Ernest Alpers, decidieron diseñar carteles falsos en los mapas, haciéndose pasar por ciudades existentes.
Ese fue el caso de Agloe (término que nace de la unión de la siglas de estos dos autores) y lo asignaron concretamente a una intersección de carreteras sin asfaltar por las montañas de Catskill, en la parte norte de Nueva York. Así era mucho más sencillo pillar a sus competidores, señalando esos lugares falsos que se habían inventado. Lo curioso de todo esto fue que gracias a este diseño colocado en el mapa en aquella intersección, en la década de los 50 se construyó un almacén de ventas de productos, llamándose Agloe General Store. Con posterioridad Agloe apareció en un mapa diseñado por Rand McNally después de que el cartógrafo verificase la existencia de la tienda, aunque con posteridad el almacén cerraría, su diseño gráfico y Agloe seguiría apareciendo en los mapas hasta la década de los 90 y donde actualmente conmemora la existencia del lugar.
¿A qué llevó esta forma de diseñar carteles?
Nos da para analizar cómo el diseño gráfico en un mapa, puede atribuir un significado y un lugar para las personas. Hoy día tenemos algoritmos para predecir el tiempo, el tráfico, el amor, la comida… Inteligencias artificiales que redactan fake news y arrasan por las redes y otras cosas que no son tan malas y nos facilitan la vida. La pregunta es, si con un sencillo diseño podemos modificar conductas, ¿Qué es lo que controlamos realmente como usuarios? Ahí se destaca la veracidad y la honestidad de las personas y la importancia de la ética en estos tiempos revueltos. Como los adivinos, la información no será siempre veraz, y siempre le atribuiremos más poder de lo que verdaderamente tienen, no obstante sus erratas y aciertos al diseñar los carteles siempre orientarán nuestro futuro.
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