Empaparse de una localidad con una marcada idiosincrasia para poder convertirla en un enclave turístico es siempre una experiencia brutal. En el caso de La Puebla del Río había básicamente dos problemáticas con las que lidiar.

Por un lado, la cercanía de la capital, Sevilla, que acapara la casi totalidad del turismo de la zona y por el otro el enfocar los diferentes puntos de vista de la gente del pueblo en una misma dirección. Para ello, comenzamos realizando un workshop en el que participaron más de 30 personas.